El café es parte importante de la rutina diaria para muchos de nosotros. Se encuentra entre las bebidas más consumidas en todo el mundo superando a los refrescos de cola y ¡a la cerveza! La voz popular continuamente menciona los posibles efectos en la salud humana de esta deliciosa bebida ¿Pero qué hay de cierto en las asociaciones entre el consumo de café y una variedad de dolencias y enfermedades?.
Las principales preocupaciones surgen respecto a su contenido de cafeína. Como bien sabe querido lector o lectora, la cafeína es el estimulante fisiológico más consumido en todo el mundo y se ha considerado responsable del aumento de la presión arterial entre otras afecciones. Sin embargo, recientemente se han descubierto que tal consideración no es del todo cierta y además que se encuentra entre otros compuestos potencialmente beneficiosos del café. Lo que ha dado un giro positivo a su consumo.
Durante los últimos 20 años se ha obtenido evidencia científica, cada vez más consistente, sobre los efectos beneficiosos del consumo de café para una serie de enfermedades crónicas, incluidas algunos tipos de cáncer (en endometrio, próstata, colorrectal e hígado), enfermedades cardiovasculares, afecciones relacionadas con el metabolismo (como la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico) y afecciones neurológicas (como las enfermedades de Parkinson, de Alzheimer y la depresión). Aunque la evidencia aún se sigue recopilando a partir de estudios más avanzados y precisos, a continuación te contamos algunos aspectos.
Propiedades antioxidantes
El café puede tener acciones antioxidantes y antiinflamatorias. Los componentes principales que ejercen tales efectos son los compuestos fenólicos, cafeína, diterpenos, trigonelina y melanoidinas. Estos compuestos son más altos en las semillas de café verde, y junto con los taninos, lignanos y antocianinas determinan significativamente la calidad, el aroma y el sabor del café.
La cafeína ha sido, con mucho, el componente de café más estudiado debido a sus efectos en el cerebro, así como en los sistemas cardiovascular, respiratorio, renal y gastrointestinal, y en el tejido adiposo. Otras dos sustancias el cafestol y kahweol se asocian con propiedades antioxidantes directas, e indirectamente estimulan el metabolismo desintoxicante.
Otro compuesto que comparte este tipo de propiedades es la trigonelina, un derivado alcaloide vegetal de la vitamina B6, y contribuye al amargor del café. Esta sustancia disminuye las concentraciones de compuestos oxidativos en el páncreas. Las melanoidinas también contenidas en esta aromática bebida, pueden ejercer actividades antioxidantes y antiinflamatorias. Algo que debemos tomar en cuenta es que, todo indica que la actividad antioxidante del café puede disminuir a medida que el café se tuesta por más tiempo.
Café y Microbiota
Los efectos antiinflamatorios del café también pueden estar mediados por la alteración de la flora o microbiota intestinal. Existe evidencia de que el consumo del café modifica la relación entre los principales grupos de microorganismos intestinales (Proteobacterias, Actinobacterias, Bacteroidetes y Firmicutes) a favor de un perfil anti-obesidad.
Se ha encontrado que aumenta las bifidobacterias, un grupo que se están investigando en su efecto de reducción del riesgo de la enfermedad de Parkinson.
Café y Cáncer
Se han observado una relación negativa entre el consumo de café y el riesgo de cáncer. Los compuestos fitoquímicos contenidos en el café (diterpenos, melanoidinas y polifenoles) pueden ejercer efectos beneficiosos, incluida la inhibición del estrés y daño oxidativo celular.
Estas acciones pueden tener un papel inhibitorio en la transformación de una célula normal en un tumor maligno. Además de tener efectos generales a nivel celular, el consumo de café puede ejercer beneficios en sitios especifico disminuyendo los riesgos de cáncer de endometrio y de mama.
También se ha asociado con la disminución del riesgo para el cáncer colorrectal, debido a que promueve la excreción de ácidos biliares y esteroles neutros en el colon, altera la composición de la microbiota que habita en este sito y aumenta la movilidad intestinal en la región rectal.
El café también se asocia negativamente con la enfermedad del hígado graso no alcohólico y con la disminución de la fibrosis hepática, ambas alteraciones crónicas que preceden al carcinoma hepatocelular.
Salud Metabólica y Cardiovascular
Los compuestos del café actúan sobre el metabolismo de la insulina y la glucosa, aumentando la sensibilidad a la insulina y ralentiza la aparición de glucosa en sangre. La resistencia a la insulina también se ha asociado con el riesgo de cálculos biliares. Además, la cafeína también aumenta la excreción urinaria de calcio y oxalato, reduciendo el riesgo de litiasis. Mientras que su función antioxidante anteriormente citada, contribuye al mantenimiento de la salud cardiometabólica.
Salud Mental
La cafeína y otros compuestos del café pueden desempeñar una acción neuroprotectora. Además de que promueve la liberación de transmisores benéficos como la dopamina. Su efecto antioxidante se ha asociado con la neurogénesis (el proceso por el cual se generan las neuronas).
Posibles efectos perjudiciales del consumo de café y cafeína
Claro está que para tener los beneficios antes mencionados del café, debemos consumir café de buena calidad (de preferencia cultivado sin pesticidas), no demasiado tostado y de preferencia sin ningún añadido (azúcar, leche, cremas, alcohol, entre otras), preparado de la manera correcta (sin dejar hervir).
Además, llevar una vida sana libre de consumo de otras sustancias potencialmente tóxicas como el tabaco, el alcohol, el azúcar, medicamentos sin receta u otras drogas. Ya que los resultados potencialmente adversos del café como el aumento del riesgo de cáncer de pulmón y gástrico se encontraron en personas que además tenían el hábito de fumar.
Otro aspecto importante, es que debemos filtrarlo para que en el filtro se queden lípidos (grasas) que de otra forma pasarán a la sangre. Sin embargo, no hay evidencia de que el consumo de café a largo plazo esté asociado con un mayor riesgo de dislipidemia u otros resultados relacionados con un aumento de los lípidos séricos.
La cafeína se ha asociado con aumentos agudos de la presión arterial en bebedores no habituales. Lo anterior puede deberse a que el consumo habitual del café pueda inducir tolerancia y, por lo tanto, una falta de efectos significativos a nivel de los vasos sanguíneos. Además, los compuestos antioxidantes contenidos en el café pueden contrarrestar los efectos de la cafeína en el aumento de la presión arterial. Así que si te inicias en el consumo del café, empieza con café de buena calidad y en dosis pequeñas.
El consumo del café no debe realizarse durante el embarazo, ya que se ha encontrado asociación con bajo peso del bebé al nacer, la pérdida del embarazo y la leucemia infantil. La cafeína pasa a través de las barreras placentarias, exponiendo al feto durante período que pueden ser largos dependiendo del consumo de la madre, lo que puede afectar su crecimiento. Es mejor no consumir café y mantener hábitos saludables durante el embarazo y la lactancia.
La investigación de los beneficios del café aún se encuentra en desarrollo y aunque la mayoría de los efectos positivos están fundamentados, aún existen ciertas limitantes. Por ejemplo, las dosis analizadas en estos estudios oscilan entre 3 y 5 tazas de café al día. Pero como todos sabemos cada uno prepara el café a su gusto, algunos más con más carga que otros, las tazas varían en la cantidad de líquido que pueden contener y aunque en la región hay café de muy buena calidad, esto puede variar entre las diferentes marcas que se comercializan.
Las variaciones también dependerán del grado de tostado, los métodos de preparación (filtrado o hervido), método de secado, procesamientos (descafeinado, solubilizado, entre otros que pueda recibir) así como complementos que se le añaden (azúcar, productos lácteos, cremas vegetales, saborizantes, entre otros).
Esta nota requirió poco más de 10 tazas de café de Coatepec, y seguramente la elaboración de todos los estudios que la respaldan requirieron una cantidad enorme de costales de café de todo el mundo. Al respecto, el café se cultiva en más de 53 países. Todos están ubicados en zonas tropicales. México se encuentra entre los diez principales productores.
En cualquier caso, la ciencia indica que el café puede ser parte de una dieta saludable, entre más natural, mejor.
Información con ciencia para Oliva Noticias Multimedios
Gladis Yañez y Rodrigo López
De Sábados en la Ciencia
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